El Pacto Digital Global: Un Marco para la Gobernanza de la Tecnología y la Inteligencia Artificial
Hacia un Futuro Digital Ético e Inclusivo
El Pacto Digital Global (GDC) de la ONU establece un marco de gobernanza digital global para cerrar la brecha digital, regular la inteligencia artificial, proteger la privacidad y los derechos humanos en línea, fortalecer la seguridad digital y fomentar una innovación tecnológica sostenible e inclusiva.
Hoy quiero dar un repaso a un ambicioso proyecto lleno de buenas intenciones pero realmente de muy dificil cumolimiemto: el Pacto Digital Global (Global Digital Compact, GDC). Un proyecto promovido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una iniciativa internacional que busca establecer principios y compromisos para la regulación y uso de las tecnologías digitales en beneficio de la humanidad. El Plan fue adoptado el 22 de septiembre de 2024 en la Cumbre del Futuro, con la participación de Estados miembros de la ONU, el sector privado, la sociedad civil, la academia y organismos internacionales como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la UNESCO, la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). Su propósito es cerrar la brecha digital, garantizar la seguridad en el entorno digital, regular la inteligencia artificial y promover los derechos humanos en el espacio virtual, ¡casi nada!.
Porque el avance de la tecnología ha generado importantes oportunidades para el desarrollo económico, social y científico, pero también ha profundizado las desigualdades entre países y comunidades, dejando a millones de personas sin acceso a Internet y excluidas de la economía digital. Además, la falta de regulación ha dado lugar a riesgos como la desinformación, el cibercrimen y la explotación de datos personales sin el consentimiento de los usuarios. Ante este panorama, el Pacto Digital Global busca una cooperación internacional más sólida y eficaz que garantice un entorno digital inclusivo, justo y seguro.
Uno de los pilares fundamentales del pacto es la reducción de la brecha digital. Actualmente, más de 2.600 millones de personas en el mundo no tienen acceso a Internet, lo que limita su acceso a la educación, el empleo y la participación en la sociedad digital. Para abordar este problema, los países firmantes se comprometen a desarrollar infraestructuras digitales accesibles y asequibles, especialmente en regiones de bajos ingresos. Esto incluye la expansión de redes de banda ancha, la mejora de la calidad de la conectividad y el fomento de inversiones público-privadas en tecnología.
Otro aspecto central del pacto es la regulación de la inteligencia artificial y la gobernanza de datos. La IA ha demostrado su potencial para revolucionar industrias, mejorar la eficiencia en distintos sectores y optimizar la toma de decisiones. Sin embargo, su uso también plantea riesgos, como la falta de transparencia en los algoritmos, la discriminación automatizada y la vigilancia masiva. Por ello, el pacto establece la necesidad de marcos éticos y normativos que garanticen el respeto a los derechos humanos y la supervisión humana en el desarrollo y aplicación de estas tecnologías. También se busca establecer estándares internacionales de protección de datos para evitar su uso indebido y fortalecer la privacidad de los usuarios.
La seguridad y la confianza en el entorno digital es otro de los puntos clave del pacto. El crecimiento de la digitalización ha venido acompañado de un aumento en los ciberataques, la propagación de noticias falsas y el discurso de odio en las plataformas en línea. Para combatir estas amenazas, los Estados miembros se comprometen a reforzar la ciberseguridad, desarrollar normativas para la verificación de la información y crear mecanismos que protejan a los usuarios del acoso y la violencia en línea. Se busca, además, establecer regulaciones para que las grandes plataformas digitales sean más responsables en la moderación de contenido y garanticen un ecosistema digital más seguro y transparente.
Y como no podía ser de otra manera el respeto a los derechos humanos en el espacio digital es una de las bases del Pacto Digital Global. La libertad de expresión, el acceso a la información y la protección de la privacidad deben estar garantizados en el entorno digital, al igual que la seguridad de los grupos vulnerables, como niños, mujeres y comunidades marginadas. En este sentido, el pacto enfatiza la necesidad de desarrollar normativas internacionales que protejan a los menores de contenido perjudicial, así como la implementación de programas de alfabetización digital para fomentar un uso seguro y responsable de la tecnología.
Finalmente, el pacto impulsa el desarrollo de una innovación tecnológica sostenible e inclusiva. Se busca fomentar el uso de la tecnología para el desarrollo social y económico, promoviendo la creación de infraestructuras digitales públicas y abiertas. También se incentiva la participación de mujeres y minorías en la economía digital, reduciendo la brecha de género en los sectores tecnológicos. La cooperación entre países y sectores es fundamental para garantizar que la transformación digital beneficie a toda la humanidad y no solo a una élite con acceso privilegiado a la tecnología.
El Pacto Digital Global representa un esfuerzo sin precedentes para regular y coordinar el desarrollo tecnológico a nivel mundial. Con la ONU como principal organismo articulador, se busca garantizar que la digitalización sea una herramienta de progreso y no un factor que profundice las desigualdades. A través de la colaboración entre gobiernos, empresas y ciudadanos, este pacto marca el inicio de una nueva era de cooperación digital global que aspira a un futuro más equitativo, seguro y sostenible en el ámbito tecnológico.
En definitiva, el Pacto Digital Global representa un esfuerzo colectivo por equilibrar la innovación tecnológica con principios éticos y de inclusión. La convergencia de mentes brillantes en un entorno futurista simboliza el desafío y la oportunidad de construir un mundo digital más justo, seguro y accesible para todos.
Tomás Cascante